EL REFUGIO ANTIAEREO DE LA GUERRA CIVIL EN LA CALLE OBISPO URQUINAONA

Durante la Guerra Civil española  (1936-1939) fueron frecuentes los bombardeos en la ciudad de Castelldefels de aviones italianos (por lo general) o alemanes que procedían del aeropuerto de Son San Juan en Mallorca (que en aquella época estaba destinado a usos militares), que apoyaban el golpe de estado franquista contra la República. Dichos aviones 'aprovechaban' para ello los recorridos que hacían desde la isla para dejar caer sus bombas sobre Barcelona o su periferia. 

Castelldefels tenía en 1938 diversas instalaciones de interés militar, como, por ejemplo, una prisión y una sección del Parque automovilístico de las Brigadas Internacionales en la Rocalla así como otras unidades del ejército republicano. De hecho, con una población civil de cerca de dos mil habitantes, albergaba también una población militarizada de unas 700 u 800 personas. Y eso que no estábamos en el frente... Pese a eso, realmente no tenía mucho interés militar. 

Las bombas cayeron a menudo durante el conflicto armado sobre Castelldefels, que en ese momento tenía unos dos mil habitantes. La antigua masía de ca n'Arnand se desplomó por el impacto indirecto de una de estas bombas, que no estalló. La prensa y las actas de los plenos del Ayuntamiento también recogían periódicamente los efectos de los bombardeos en la ciudad.

Por esa razón, Castelldefels en ese tiempo, tal como se publicó hace años en el Butlletí Municipal (Febrero de 2009  núm. 31 y Marzo de 2009 núm. 32), estuvo llena de pequeños refugios para que la población se guareciera en caso de que se previera una amenaza desde el cielo. 

Uno de los que se habilitó, aprovechando los restos de una antigua fresquera de quizás el siglo XVI, es el que se encuentra, en muy mal estado, bajo el Mas de la Goma (antiguo Casal de Cultura y ahora Espai Jove La Masía), del cual mostramos un plano y algunas fotos de su interior.

A la fresquera y al refugio se accedía desde el interior del mas de la Goma por unas escaleras que bajan desde la planta baja a dicho subterráneo, que se encuentra ahora en muy mal estado, debajo de esta masía y que en la actualidad no es visitable por el riesgo que hay de que se caiga alguna parte. 

Medía unos 17 metros de longitud, y entre 80 cm y 1 m de ancho, con un techo normalmente a poco más de metro y medio del suelo, y con una doble entrada, una desde la calle (que en ese momento eran campos) y otra desde el sótano de la misma masía.