Treinta años de los Juegos Olímpicos y de los Juegos paralímpicos Barcelona 1992

Copia de la Antorcha Olímpica de los Juegos Olímpicos Barcelona 1992,
donada al Ayuntamiento de Castelldefels

En 1992, Castelldefels fue subsede de las pruebas olímpicas de piragüismo en aguas tranquilas de los Juegos de la XXV Olimpiada, celebrados en la ciudad de Barcelona entre el 25 de julio y el 9 de agosto de 1992. La antorcha que transportaba el fuego olímpico también se paseó por sus calles en diversos relevos, al igual que las recorrió posteriormente la llama de la antorcha de los Juegos Paralímpicos.

La competición en Castelldefels no empezó hasta el 3 de agosto, pero antes la población de la ciudad ya se había volcado con la llegada de las antorchas que portaban la mítica Llama Olímpica, encendida el 5 de junio de 1992 en el Templo de Hera de la ciudad griega de Olimpia por los rayos del Sol. Muchos vecinos y vecinas la vieron pasar alzada por numerosas personas que en diferentes relevos la hicieron avanzar por sus calles en su camino hacia Barcelona. Lo mismo sucedió otra vez posteriormente con la antorcha de los Juegos Paralímpicos, como preámbulo también de su inicio el 3 de septiembre del mismo año en el Estadio Olímpico de Barcelona.

El diseño de la antorcha olímpica corrió a cargo de André Ricard Sala y era de aluminio cromado. Funcionaba con gas natural y pesaba 1200 gramos.​ Su forma no era simétrica: la parte delantera era plana, con la inscripción «Juegos de la XXV Olimpiada», mientras que la trasera era redondeada. Se fabricaron 6.500 antorchas​ y los relevistas podían comprarlas por 15.000 pesetas (unos 90 euros). En el ayuntamiento se conserva una antorcha de los Juegos Olímpicos y otra de los Paralímpicos.

PIRAGÜISMO EN AGUAS TRANQUILAS

Castelldefels fue la subsede olímpica de las pruebas de piragüismo en aguas tranquilas entre el 3 y el 8 de agosto de 1992. La competición se celebró en el Canal Olímpic de Catalunya, especialmente construido para la ocasión. El mismo se situó en una antigua zona de cultivos, en un terreno ganado al mar lentamente desde la época romana, gracias a las aportaciones naturales de tierra del río Llobregat y a la dinámica de la costa catalana. Entre las tierras extraídas por las obras, se pudieron salvar los restos de una embarcación que se había hundido en siglo XIV cuando la zona era aún navegable, y que el paso del tiempo y la arena había ido enterrando lentamente. El barco ahora se exhibe en el Museo Marítimo de Barcelona.  

El Canal, cuyas obras acabaron en 1991, tiene una longitud de 1200 m y una anchura de 120 m, así como una profundidad de 3,5 m. El canal tiene intercambio de aguas con las capas freáticas a través de su fondo permeable. El proyecto del conjunto del Canal fue diseñado por el ingeniero Josep Masó (el canal en sí), por los arquitectos Joan Riera y Javi M. Gutiérrez (los edificios auxiliares) y por la pintora Mariella Zoppi (urbanización del entorno).

El programa de aguas tranquilas consistió en nueve eventos masculinos (cinco en kayak y cuatro en canoa canadiense) y tres en kayak femenino. Participaron en Castelldefels más de 500 atletas de 47 países. Alemania dominó la competición, ganando seis de las 12 medallas de oro, así como dos de plata y una de bronce (nueve en total). Bulgaria quedó la segunda en el medallero, con dos de oro y una de bronce, y Hungría quedó en tercer lugar, con una de oro, tres de plata y dos de bronce. El resto de medallas se repartió entre otros países, no obteniendo ninguna en esta ocasión la representación española.

La nota triste fue la muerte de un deportista estadounidense de origen chino, al que parece ser que le explotó una carcasa en la playa de la ciudad, tras haberla sustraíso el atleta de una fiesta de clausura de los juegos en Castelldefels que se celebró el último día del evento en el cstillo de la ciudad.

Fotos de las pruebas

Copia de la Antorcha Olímpica de los Juegos Paralímpicos Barcelona 1992,
donada al Ayuntamiento de Castelldefels


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