Los tederos del castillo de Castelldefels: La iluminación del exterior del castillo antes de que llegara la luz eléctrica
Para hablar de los tederos del castillo, primero debemos ver lo que significa la palabra. Según el diccionario de la Real Academia Española de la lengua es una pieza de hierro sobre la cual se ponen las teas para alumbrar.
Pero, en realidad, y de cara al castillo de Castelldefels, nos resulta más útil la definición que figura en el 'Diccionario Militar' que publicó el capitán del ejército español retirado J. d'W. M. (ignoro lo que las siglas significan) en 1863. (sobre este libro ver https://www.todocoleccion.net/militaria-libros-literatura/diccionario-militar-1863-j-dw-m~x184053332).
Esa definición es la que se recoge básicamente a día de hoy en la Wikipedia (ver https://es.wikipedia.org/wiki/Tedero) y en ella se indicaba, adaptando yo lo que se dice a lo que vemos en el castillo de Castelldefels, que era una especie de caldera de hierro con varios respiraderos, que en su parte inferior tenía (o tiene) una horquilla o cubo para afianzarse al extremo de un palo o barra clavado en tierra o en una pared. El tedero se llenaba de astillas de maderas resinosas, pez, alquitrán u otras materias susceptibles de ser quemadas. Prendidas estas materias, daba una luz clara, que no podía apagar el viento normalmente. habitualmente se empleaba para alumbrar durante la noche cualquier obra de fortificación (o para otras finalidades como hacer señales, guiar la marcha nocturna de un cuerpo de tropa...).
Cuando Manuel Girona llega a Castelldefels en 1897 y restauró el castillo, aún no había luz eléctrica en la ciudad, ni iluminación en sus calles. De hecho, la electricidad no llegó hasta treinta años más tarde (ver el capítulo 17 de 'Unos veranos intensos').
Un remedio para tener luz, a falta de luz eléctrica, era el instalar tederos, para sostener teas o astillas. Pero los mismos no se pusieron en el castillo de Castelldefels en el primer momento de la restauración de 1897, sino algunas décadas más tarde, quizás ya en la década de los años treinta, cuando la República (o justo tras la guerra, aunque lo vemos menos probable). No tenemos documentación al respecto, pero las fotografías parecen afirmarlo así.
En algún momento al final de ese primer tercio del siglo XX, para iluminar el último tramo antes de llegar al patio de armas (desde donde gracias al podio allí ubicado las visitas podían descender de sus caballos o pequeños carruajes con el que se acercaban al castillo de visita o para fiestas -como una carta de 1905 nos recuerda -ver mayo de 2010 en el Fet Històric de la revista El Castell-), se dispuso un amplio tedero en un pequeño edificio situado cerca de la entrada del Patio de Armas.
Dicho pequeño edificio ignoro cual era su uso antes de la Guerra de España. Tal vez era una pequeña habitación para herramientas o para vivienda de alguna persona o familia que sirviera en el castillo e hiciera labores de portería. Durante la guerra fue la sede del cuerpo de guardia y hacia 1960 se le dio uso como lavabos para las actividades culturales y festivas que tenían lugar en los jardines.
El caso es que se instaló un tedero allí bastante grande, en el cual se debían introducir en noches especiales -supongo- "astillas de maderas resinosas, pez, alquitrán u otras materias susceptibles de ser quemadas". Al hacerlas arder, su llama daría una cierta luz a la entrada del patio de armas.
El aspecto del tedero es típico del cambio de siglo XIX al XX, pero podría ser de los años treinta. Entra dentro de las líneas neogóticas de la restauración del edificio, afianzando esa imagen medievalizante que se quiso imprimir a todo el conjunto arquitectónico (que poco tenía de medieval ya en la parte del castillo)
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