Fragmento del documental, "Un instante en la vida ajena", con imágenes de la playa de Castelldefels en el verano de 1930. Tras las personas que juegan sobre la arena, parece verse el Gran Restaurant de Baños de Castelldefels, pero no vemos el embarcadero situado ante dicho restaurante en julio de 1931, por lo que imagino que la fecha es la que indico.
La película está basada en las grabaciones realizadas por Madronita Andreu (1895-1982) a lo largo de gran parte del siglo XX. Nacida en el seno de una familia rica industrial de Barcelona, Madronita Andreu fue una intelectual de la burguesía catalana. Era la hija del doctor Andreu, famoso por su jarabe y sus pastillas para la tos. Ella estuvo interesada primero por la fotografía, pero pronto el cine se convirtió en su gran pasión. Así, durante los años 20, 30, 40, 50 y 60 del siglo pasado, Madronita registró con su cámara de 16 mm. sus viajes por España, la India, África y Estados Unidos, además de las actividades públicas y las reuniones familiares que tenían lugar a su alrededor.
En el documental, que recoge muchas de las imágenes captadas por ella a lo largo de su vida, y durante unos segundos, muy pocos segundos desgraciadamente, se ven imágenes de la playa de Castelldefels en el año 1930. Tras las personas que juegan sobre la arena, se ve el Gran Restaurant de Baños de Castelldefels, construido en el año 1929, pero no vemos el embarcadero situado ante dicho restaurante en julio de 1931, por lo que imaginamos que la fecha es la que indica.
En 1930 el complejo de Baños de Castelldefels, situado por la zona del actual Hotel Playafels, constaba de un edificio principal de forma rectangular de gusto árabe, donde se ubicaba el llamado Gran Restaurant y otros dos edificios con otros dos restaurantes, el Popular y el Miramar. También disponía de varios servicios, como habitaciones, con y sin cocinas de petróleo de alquiler, propias para pasar una temporada, con un colmado para los artículos de primera necesidad. Unas casitas marineras, con cuatro literas, ducha, tocador, armarios, lavabos completos y chaise longue, que se alquilaban por días, semanas o para todo el año. Para estimular el ejercicio físico, se disponía así mismo de pistas de tenis y patines, etc. Por último, había un servicio de garaje y teléfono.
La pista de patinaje sobre ruedas estaba construida delante del restaurante Miramar (que también tenía además del servicio de restaurante, un café bar, una tienda de comestibles y un estanco). El restaurante Popular, situado a la izquierda del Gran Restaurante, sólo abría los días festivos, y alquilaban mesas bajo el umbráculo para la gente que se llevaba la comida. En las tardes, había sesiones de baile con piano de manivela (pianola). Por detrás las edificaciones situadas en primera línea de mar discurría una zona de tránsito peatonal, llamada Paseo del Carmen (denominación que aún se mantiene en un tramo de la calle cuya primera parte se llama Ribera de Sant Pere). Había incluso un varadero para pequeñas embarcaciones que, tal vez, se utilizaba para el desembarco en barca de los excursionistas que se acercaban desde Barcelona en vapor o viajaban por las costas del Garraf en recorridos turísticos.
A lo largo del verano había concursos de belleza, de natación, a pie, partidos de waterpolo (en el mar) y concursos incluso de albornoces, de los que se usaban a menudo en aquella época antes de llegar y al salir del agua.
Seguramente, su familia debe conservar aún más películas grabadas en Castelldefels el mismo día. En el film también vemos Sitges y el aeropuerto de El Prat en el mismo año, con un aspecto muy diferente del actual.
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