El Cine Playa, de Castelldefels (y una nota final sobre los Cinemes Metropol)

Para los que no lo vivieron, vale la pena empezar recordando que el Cine Playa, donde muchos pasamos muchas horas muchas noches de verano durante nuestra adolescencia, era un cine al aire libre que estaba en el Paseo Marítimo 216-218, muy cerca de la Av. dels Banys. Era un cine de verano y de reestreno. En él se veían películas que hacía tiempo ya habían sido estrenadas en Barcelona. A menudo, incluso varios años antes.

Dos vistas del Cine Playa en julio de 1991. (Fotos de Ramón Escolà)

Empezó a funcionar en el año 1949. Por ello, en la foto aérea que la CEFTA (Compañía Española de Trabajos Fotograméticos Aéreos) tomó en 1947 de esta zona de la playa, sólo se puede observar fácilmente su amplio solar vacío. Es curioso que empezara a funcionar allí un cine en aquella época, dado que vemos la poca densidad de gente que vivía en la playa en aquel momento (en todo Castelldefels el padrón arrojaba una cifra de poco más de dos mil habitantes en 1950).

Probablemente, ya en aquel tiempo la cantidad de visitantes estivales que tenía la ciudad, tanto en sus días soleados y playeros, como en sus tardes y noches, debía ser superior a la que muchos suponíamos. Mantener un cine requiere una cierta asistencia media a lo largo de todo el verano. Y, por lo que vemos, debían proyectar películas todos los días desde el primer momento, tal como atestiguan los programas de mano que nos han llegado.

Ese tiempo de la apertura de este cine coincide con la finalización de la autovía de Castelldefels y con la construcción del Hotel Rey Don Jaime. Tal vez, tras lo más duro de la posguerra, la ciudad volviera de nuevo poco a poco a ser un destino veraniego muy apreciado por todo el entorno metropolitano de Barcelona.

Reverso y anverso de un programa de mano del Cine Playa, fechado el 11 de septiembre de 1951

Sobre su programación en aquellos primeros momentos tenemos un programa de mano en color fechado el martes 11 de septiembre de 1951, que anuncia el pase del film “Un corazón en peligro” (None but the Lonely Heart) dirigida por Clifford Odets, con Cary Grant, Ethel Barrymore, Barry Fitzgerald y Jane Wyatt a las 10,30 h de la noche. La película había sido estrenada en los EE. UU. en octubre de 1944.

De la misma época tenemos otro programa de mano en color, en este caso de la película “El escándalo del año” (Men in Her Diary), filme estadounidense dirigido por Charles Barton en blanco y negro en 1945, e interpretado por Peggy Ryan, Jon Hall y Louisse Allbritton, que se estrenó en España en el otoño de 1947. Se pasó un jueves 28 y un viernes 29 de agosto. Aunque no se indica el año, debió ser de 1953.

Reverso y anverso de un programa de mano del Cine Playa de inicios de los años cincuenta

La imagen más antigua del Cine Playa que en la actualidad tenemos no es demasiado buena. Se ve borrosamente entre las vistas del Paseo Marítimo del llamado ‘vuelo americano’ de 1957. Lo volvemos a ver de nuevo desde el aire en vuelos de 1961 y de 1966, y en muchos posteriores.

El Cine Playa en 1961, captado desde un avión por el SACE. (Institut Cartogràfic de Catalunya)

En una foto aérea de 1966 observamos sus sillas metálicas alineadas frentes a la pantalla, con un pequeño tejado en la parte anterior. (Diputació de Barcelona)

Su temporada se abría cada año cuando empezaba el verano y se cerraba en septiembre. Funcionó hasta el año 1999, durante cincuenta y un años. Seguramente ha sido el cine que más tiempo ha estado en funcionamiento la ciudad. Sólo con un único pase de película muy tarde, cuando ya era bien de noche, sobre las 22,30 u 23,00 h.

Los cambios de programa eran, de media, cada dos días, lo que daba una programación semanal muy variada, con un cine comercial, familiar, al que asistía gente de todas las edades, entre ella, numerosos jóvenes como primer paso de su salida nocturna.

La mayor parte de la platea estaba al descubierto, salvo una pequeña zona en la parte de atrás, que estaba cubierta. A veces, un chaparrón más o menos prolongado sorprendía al público poco precavido. Por suerte, en la parte trasera, un pequeño tejadillo permitía estar a cubierto de la lluvia. A principios de los 80 recuerdo que la entrada costaba unas 125 pesetas (0,75 euros…).

Estaba gestionado por la familia Roura, que lo tenía alquilado. En Castelldefels, en los años sesenta, había además otros cines al aire libre, como el Montecarlo (hoy desaparecido), que se techó a finales de los años sesenta (en algún lugar he leído que en los setenta, pero yo creo recordar haber ido ya a inicios de los setenta a dicho cine, completamente cubierto) y que quedaba en la esquina entre las calles Libertad y la Avda. 300. Creo que en los años cincuenta, en los inicios, tuvo como operador de su proyector a Eladio Gandía Ferrer (1932-2020). Él me explicó que la marca de la máquina de proyección era OSSA (Orpheo Sincronic Sociedad Anónima), una marca catalana que inicialmente en 1928 se dedicó a construir proyectores de cine, y más tarde, en 1948, motos que acabaron siendo muy conocidas en los años sesenta y setenta (cerró esa empresa en 1984, aunque posteriormente se volvió a abrir un corto tiempo). También estuvo como operador en dicho cine durante diez años el electricista Ramón Colomé, que trabajó muchos años en la Brigada Municipal como responsable de temas eléctricos en la ciudad hasta su jubilación, que fue retrasando hasta cumplir los 70 años.

El Cine Montecarlo, sirvió como cine pero también como teatro de la ciudad (al ponerle un escenario provisional) en los años ochenta y noventa del siglo XX al organizar allí el ayuntamiento representaciones teatrales en las que participaron actores y grupos como Els Joglars, Silvia Munt, Pep Munné, Gila, los argentinos Ulises Dumont y Darío Grandinetti, Carles Canut, etc. Lo gestionaba entonces el Sr. Vilella, conjuntamente con el Cine Plaza, con el que me unió una cierta amistad y respeto por su trabajo al frente de ambos cines.

Otro era el Cine 'Pineda' (donde hasta el año 2021 se encontraban los Cinemes 'Metropol', en la Rambla de Marisol, 23), que era gestionado por Inocencio Trinidad Martínez.

Como la propietaria del solar del Cine Playa lo quería vender y el propietario del Pineda traspasar, dado que era deficitario, finalmente la familia Roura dejó el Cine Playa, que cerró por ello, y empezó a gestionar el Cine Pineda, que en 1998 pasó a denominarse 'Cinemes Metropol' una vez se techó el mismo.

Tenía dos salas, una con 220 butacas y otra más pequeña con 125. La programación era básicamente del cine llamado de autor, con películas premiadas en certámenes internacionales por su calidad, que eran más raras de ver en el circuito de cine más comercial. El cine estadounidense tenía su sitio, pero el cine europeo era a menudo el que más se veía en sus pantallas, así como producciones del próximo, medio o lejano oriente, o sudamericanas. También las proyecciones de películas solidarias, en colaboración con diferentes asociaciones de la ciudad como la Plataforma Castelldefels amb les Persones Refugiades, el grupo Llobregat Sud de Amnistía Internacional u otras, así como lógicamente también con el ayuntamiento.

Sesión por el Día Internacional de las Personas Refugiadas, el 21 de junio de 2017, Actividad organizada por las entidades solidarias Plataforma Castelldefels amb les Persones Refugiades, Grup Llobregat Sud de Amnistía Internacional y la Asociación Castelldefels-Sàhara,

Imágenes de Ramon Josa i Campoamor.

Desgraciadamente, los 'Cinemes Metropol' también acabaron por cerrar en el año 2020, en el otoño creo recordar, fue entonces cuando fui por última vez a los mismos. Lástima no haberlo sabido. Los efectos colaterales del cierre de sus dos salas por la pandemia durante muchos meses, y las restricciones de aforo en las mismas cuando se abría, debieron pesar a la hora de poder mantener abierto el cine. Los beneficios normalmente debían ser escasos o nulos, y con la COVID en expansión, sin duda las pérdidas no debían ser menores. Pero eso lo supongo.

Se ofreció su compra al ayuntamiento, pero pese a haberse aprobado su adquisición, creo, finalmente fue demolido el 16 de julio de 2021.

Se mantuvo abierto lo que pudo básicamente por el amor al cine de la familia Roura, a la que cabe agradecer dicha pasión y la apuesta cultural que realizó allí durante más de veinte años (y en la ciudad con el Playa desde 1949), con una notable calidad en la selección de las películas, y un trato familiar a las personas que asistíamos a sus sesiones. Muchas veces éramos pocos, pero nos notábamos apreciados y todo estaba muy cuidado, con un trato muy agradable.

Fue el primer cine al que fue mi hija. Fue para ver "Buscando a Nemo", de Disney, a finales de 2003 o inicios de 2004. Ella tenía dos años. Desde entonces no dejamos de ir a menudo, aunque nunca lo suficiente. Muchas veces éramos los únicos en la sala. Para Laura, como para mí el cine Alameda en Valencia, en la calle del Dr. Moliner, o el cine Loreto en Barcelona, en la calle del mismo nombre (también desaparecidos), fue un lugar mágico desde el que asomarse a un universo de emociones y sensaciones, así como de reflexión (más o menos profunda o banal, y más o menos acertada según el film) sobre la sociedad, sobre la diversidad cultural y sobre nuestro entorno.