HACE OCHENTA AÑOS YA...
El inicio de la Guerra Civil en Castelldefels

El 18 de julio de 1936 era sábado. Y fue también muchas más cosas en España.  Como el inicio de una larga Guerra Civil que acabó casi tres años después. 

Según Abel Paz: "A menos que uno se fijara atentamente, el 18 de julio parecía un sábado cualquiera. Sin embargo, a pesar de que hacía mucho calor, había pocos ociosos y las playas estaban vacías. Llamaba la atención ver tantas amas de casa que iban de compras; en las panaderías se había terminado el pan por la tarde (...)" (1).

Tal vez fuera cierto en Barcelona, especialmente entre la gente más concienciada y al día de los acontecimientos políticos. 

Sin embargo, para mucha otra gente, sólo fue un nuevo día veraniego en playas como la de Castelldefels, como lo habían sido otras muchísimas jornadas desde hacía más de una década. Por la mañana la radio ya había comentado algo de movimientos de tropas en el Norte de África y se había hecho público un comunicado del Gobierno: "(...)Una parte del Ejército que representa a España en Marruecos se ha levantado en armas contra la República (...)". 

Los diarios La Vanguardia y ABC lo recogían en sus páginas al día siguiente.



Pero sólo los adultos oían la radio a veces por las mañanas. Y no todos. Los adolescentes no lo hacían normalmente. Para muchos de ellos, ya sin tener que ir al colegio o al instituto (aunque sí al trabajo en la mayoría de casos), lo que pasaba en el Norte de África sin duda les quedaba lejos, muy lejos.


Y mucho más un sábado por la mañana... con tantas cosas para hacer durante el fin de semana que se avecinaba. Los sábados no eran festivos y las vacaciones pagadas de verano no existían (por esos días precisamente, el 7 de junio de 1936, el gobierno francés del Frente Popular presidido por Leon Blum, firmaba unos acuerdos que permitieron en Francia el goce de vacaciones pagadas a los trabajadores y trabajadoras por primera vez). La playa estaría, por ello, sin mucha gente, no como los domingos...

Chicas y chicos habían quedado para ir a la playa, por la zona del apeadero, acompañados quizás por alguna persona mayor. Los de la foto probablemente eran de Castelldefels. No es seguro. Según María Fusté, memoria amable de una época, la primera chica por la izquierda tal vez sea Chelo, del Bar Sara. 

En cualquier caso, el plan era demasiado bueno. Playa, mar... Muy mal debía ir la cosa para que se torciera. 

Verano del 36. Tiempo de sol y playa. Tiempo de vacaciones, de bicicletas y de despertar a la vida. Tras el baño, secarse, con albornoz o al Sol. 

Alguien trajo una cámara. Les vemos posar. Ellas, bellas, radiantes, estiradas sobre la arena. En ellos, si nos fijamos, observamos como el vigor despunta en cada parte de sus delgados cuerpos fibrosos, tratando de impresionarlas a ellas y a la persona que toma la fotografía. Levantan piedras pesadas, vigas de tren, sillas... 

Chicos y chicas, llenos de vida, que seguramente confiaban en vivir intensamente algunas de las insospechables sorpresas que siempre deparan (apareciendo súbitamente y de improviso) los veranos cuando se tienen alrededor de quince años, más o menos. 

Días después, detrás de la copia de la imagen, una mano anotó el lugar y la fecha en que la misma fue captada: "Castelldefels, 18-7-36". Al fondo de la imagen, como un telón de fondo, se puede contemplar el Garraf, sin nubes en el cielo y, más cerca, un merendero sobre la arena de la playa que se ve apacible en ese día de mediados de julio.

Pocas horas más tarde de haberse tomado la foto, justo antes de rayar el alba, hacia las cinco de la madrugada del domingo 19 de julio, una parte de las tropas acantonadas en Barcelona (conectadas con las rebeldes de África y de otras partes de España) abandonaba entre las últimas sombras sus acuartelamientos con la intención de ocupar los puntos de la ciudad que consideraba estratégicos... La guerra había comenzado. 

Las cosas, todos lo sabemos, se complicaron y torcieron hasta el infinito a partir de ese momento y durante mucho tiempo. 

Difícil saber si, un par de años más tarde, alguno de los chicos llegaría a estar encuadrado en la llamada 'Quinta del Biberón' y si vendría a formarse como recluta de nuevo a la ciudad y a la arena de esta misma playa, yendo a parar a los pocos días al frente del Ebro. Esperamos que no. 

Imposible saber también, finalmente, en qué bando se situó cada uno de ellos y de ellas durante el conflicto, y si alguno de ellos o de ellas murió en la retaguardia en Castelldefels (creo que no) o en Barcelona durante los bombardeos, o tuvo que escaparse como refugiado o refugiada en el mes de enero y febrero de 1939 hacia los campos de concentración del sur de Francia, donde fueron muy mal recibidos y tratados por regla general, como les sucede ahora a tantas y tantas personas de Siria que llegan a Europa -muchas adolescentes, víctimas supervivientes también de una guerra atroz, que hace pocos años también se bañaban en las tranquilas playas sirias de Latakia sin ser concientes de que el horror les estaba aguardando tras la siguiente esquina-.

Nota:
(1) Abel Paz (1967) "Paradigma de una revolución, 19 de julio de 1936, en Barcelona" Prefacio de Federica Montseny, sin fecha ni lugar de edición, recogido en la página 1001 del libro de Hans Magnus Enzensberger "El corto verano de la anarquía. Vida y muerte de Durruti" Anagrama. Colección Compactos. 7ª Ed. enero 2018. Barcelona (ed. original "Der kurze Sommer der Anarchie. Buenaentura Durruti  leben und Tod" Frankfurt, 1972, traducción de Julio Forcat y Ulrike Hartmann)

Comentarios

  1. gRACIAS ALFONSO...
    Como siempre son tus artículos, muy interesantes
    José manuel Cueva

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  2. Gracias a ti por tu amable comentario, José Manuel.

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