ALGUNOS BRIGADISTAS INTERNACIONALES DE TODO EL MUNDO III: JEAN DRYJA

También tenemos una foto de Jean Dryja, brigadista eslovaco nacido en 1906, que nos facilitó amablemente su hija Rosa, vecina de Castelldefels. De él no se conserva identificado ningún grafito en el castillo.

Probablemente llegó a España como voluntario en 1936. En 1938 fue destinado al Centro de Prevención del castillo de Castelldefels, donde hacía guardias para la vigilancia de los detenidos. Al poco de llegar empezó a frecuentar la compañía de una joven del pueblo, Enriqueta Baqués. 

Se casaron y Enriqueta pronto quedó embarazada. Al llegar la orden de su desmovilización, quizás en noviembre de 1938, Jean tuvo que dejar en Castelldefels a su mujer embarazada contra la voluntad de ambos, en su larga marcha hacia la frontera de Francia. Parece ser que para los padres de Enriqueta, el que su hija en una avanzado momento de gestación –quizás de ocho meses (la hija, Rosa Dryja, nacería en una casa de la actual calle de la Iglesia el 14 de febrero de 1939, a los tres meses de haberse ido su padre)–, era muy arriesgado que se fuera con Dryja, no se sabía bien dónde. 

Jean no podía volver al país del que probablemente había salido, Checoslovaquia. Como consecuencia de los Acuerdos de Múnich, firmados el 30 de septiembre de 1938 por el Reino Unido, Francia, Italia y Alemania, con el objeto de solucionar la crisis de los Sudetes, se dividió Checoslovaquia, cuyo presidente (no invitado a la reunión de Múnich) en ese momento era Edvard Beneš (1884-1948), cuyo rostro dibujado aparece en la iglesia del castillo. 

Checoslovaquia, como estado independiente, había surgido tras el desmembramiento del Imperio Austrohúngaro al final de la Primera Guerra Mundial, siendo creado en 1918. En 1920, por el Tratado de Trianón, se le había adjudicado Eslovaquia. Gracias a los acuerdos tomados en la capital bávara a final de septiembre, la región de los Sudetes de Checoslovaquia era invadida por los alemanes entre el 1 y 3l 10 de octubre de 1938 (ocupando el resto del país en marzo del año siguiente). Un mes más tarde, Eslovaquia (una de cuyas regiones de con una fuerte población de origen húngaro se la había anexionado Hungría) se autodeclaraba una muy amplia autonomía y en la misma se instalaba un gobierno ultraderechista liderado por el sacerdote católico Jozef Tiso (1887 – 1947). 

Dryja, comunista, tras estar en guerra en España contra fascistas apoyados por nazis, no parecía lógico ni fácil el volver a su casa, sin más. El caso es que se pasó el tiempo de la Segunda Guerra Mundial por Europa (parece ser que estuvo por Bélgica y Francia –donde había sido apresado-), regresando a su país de origen al finalizar dicha guerra, pasando primero por Hungría, donde tuvo un hijo, e ir luego a Checoslovaquia, donde moriría, sin haber podido volver nunca a Castelldefels. 

Pese a los avatares de su vida, siempre recordó a Rosa, su hija (que continúa viviendo en nuestra ciudad), a la que, hasta que él murió, intentó enviar dinero periódicamente y a la que mandó varias cartas, que nunca llegaron a manos de ella.


Jean Dryja

Enriqueta Baqués

Jean Dryja

Jean Dryja

Jean Dryja

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