EL BARCO MEDIEVAL DEL CANAL OLÍMPICO DE CASTELLDEFELS

Reconstrucción del barco
Ya hace veinte años de la celebración en Barcelona de las Olimpíadas, cuya subsede para las pruebas de piragüismo estuvo en Castelldefels, en el Canal para la práctica de dicho deporte entonces recién construido.
Y fue con motivo de las obras de construcción de dicho canal en la segunda mitad del año 1990 que se encontraron los restos de un pequeño barco hundido de mediados o finales del siglo XIV (yacimiento Sorres X).

Los restos del barco al poco de ser desenterrados

Como ya hemos visto, el mar se ha ido retirando por las aportaciones de tierra del río Llobregat en los últimos dos mil años y, probablemente, la línea de mar no debía quedar muy lejos en aquel momento del lugar del hundimiento, siendo ésta seguramente una zona pantanosa próxima al mar.

El barco enarbolaba un mástil latino que complementaba con la posibilidad de armar hasta seis remos por banda. La embarcación compatibilizaba los dos tipos de timón entonces conocidos: el lateral (a un lado de la popa) y el axial, ligado a la quilla. Era una barca de tamaño medio, con una dotación de tres o cuatro marineros.
Seguramente era una embarcación menor de cabotaje, normal en la época. No se conoce la causa del naufragio, pero por estar el barco en una marisma, es probable que los marineros y la mayor parte de la carga se salvaran. Quizás el barco encalló, y fue abandonado.
Junto con los restos del barco, fueron encontradas varias jarras rotas. Una estera de esparto cubría todo el interior del buque, y las jarras eran recubiertas de esparto, palma u otros vegetales trenzados para protegerlas de los golpes. Los estudiosos han determinado que esta barca se dedicaba al transporte de pescado, probablemente en conserva, ya que en encontraron algunas escamas en el fondo de algunas de las jarras.
La embarcación tenía unas dimensiones aproximadas de 10 m de eslora, 1,90 m de manga y 0,80 m de puntal, con una capacidad de transporte de unas 4/4,5 Tm.


Abajo, proceso de inventariado, embalaje y transporte al Centre d'Arqueologia Subaquàtica de Catalunya, que dirigía el Dr. Javier Nieto -en Gerona- donde se custodió y se trabajaron los diversos sistemas de restauración de las maderas de la embarcación, hasta su traslado al Museu Marítimo de Barcelona, donde ahora está expuesta desde el año 2018.




































Jarras de transporte, tal como fueron halladas
y la marca del ceramista en una de ellas






Fotos del año 2020: Imágenes del barco, ya expuesto en el Museu Marítim de Barcelona








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