UN ACCIDENTE AUTOMOVILÍSTICO, SEGUIDO DE UNA MUERTE MISTERIOSA

Caso abierto...

Revista 'Mundo Gráfico' del miércoles 24 de julio de 1935, donde se recogía en portada y ampliamente en las páginas interiores la noticia del suceso.

Un año antes del inicio de la Guerra Civil, y en la misma página 31 en la que, pura casualidad, se confirmaba como general de brigada a Francisco Franco (por sus méritos de guerra), el diario ABC del martes 16 de julio de 1935, recogía esta noticia: el domingo anterior (no se refiere al 14 de julio, sino al 7 del mismo mes), tras pasar por las costas de Garraf con su Hispano-Suiza J12 nuevo, Ricardo Martín Muñoz, de 23 años y miembro de una familia muy bien situada relacionada con el Tribunal Supremo, al que acompañaban las artistas cinematográficas Pilar Torres y Consuelo Guerrero de Luna (Consuelo Guerrero se exilió a México tras la guerra, y allí desarrolló una brillante carrera como actriz de cine, teatro y TV hasta su muerte, en 1972, ver filmografía), sufrió un accidente «con destrozos de importancia».
Ricardo Martín Muñoz (Mundo Gráfico, 24-07-1935)

Pilar Torres  (Mundo Gráfico, 24-07-1935)   

Hispano Suiza J12

Consuelo Guerrero de Luna (arriba, en una imagen en un programa en México y abajo,
en una obra de teatro en España de hacia 1935)

(Madrid, 9 de marzo de 1905 - México, 11 de octubre de 1972)
(Mundo Gráfico, 24-07-1935)

Casualmente (?) el boxeador castellonense, afincado en Catalunya, y también artista de cine Tomás Cola Alberich (campeón de España de boxeo, actor y cineasta -y falangista más tarde- que murió en la Guerra Civil Española), que se encontraba bañándose cerca, en la playa de Castelldefels, lo trasladó en su coche hasta el botiquín de urgencia de la fábrica Rocalla, donde le trató Josep Figueras Codorniu, el medico titular de Castelldefels desde hacía varios años.

Merendero en la playa de Castelldefels donde se recogió a los heridos por el accidente en el primer momento  (Mundo Gráfico, 24-07-1935)   


Ayuntamiento de Castelldefels en 1935 (Mundo Gráfico, 24-07-1935)   
Tomás Cola Alberich -Jérica -Castellón-, 1906 - Cordoba, 1939-. Arriba, con un periodista a los pocos días del suceso (Mundo Gráfico, 24-07-1935) y abajo en una foto de la época como boxeador)


Tras encontrarlo en un «gravísimo estado, sin que le apreciaran ninguna lesión», fue trasladado al Hospítal Clínico de Barcelona, donde murió a la mañana siguiente. En la inspección realizada al herido, Figueras descubrió que tenía un pinchazo de inyección en el brazo (en el lugar del accidente se encontró una jeringuilla).  

Según el periodista, las chicas que acompañaban a Martín no fueron a la Rocalla hasta mucho rato después.

Además, el doctor encontró una importante cantidad de billetes en las ropas del herido al registrarlo para proceder a su identificación. Ese dinero desapareció tras llegar las señoritas, poco antes de presentarse los Mossos d’Esquadra.

Al registrarlas, los mossos lo hallaron en uno de los monederos de ellas. Ambas fueron puestas a disposición judicial, quedando en libertad bajo fianza al día siguiente (ellas sí presentaban heridas por el accidente).

Pero no es el último misterio: Martín Muñoz, sereno de la Rocalla, se presentó el miércoles 10 de julio, tres días después, en la comandancia de los 
Mossos d’Esquadra para denunciar que vio cómo era el médico el que introducía el dinero en los monederos de las artistas, extremo que se desmintió tras interrogar a Figueras. Según el ABC, el sereno es posible que, mermado mentalmente, actuara por inducción de un tercero al presentar la denuncia.
Fragmento de la noticia aparecida en ABC el 16 de julio de 1935

Por fin, el mismo ABC, en su edición del 9 de agosto, señalaba que pese a que los forenses dijeron el día de la muerte de Martín Muñoz que había sido por intoxicación por Veronal (el Veronal es un potente barbitúrico, uno de cuyos descubridores a principios de siglo XX, el médico Joseph von Mering, lo probó mientras viajaba en tren y despertó en Verona, Italia), y no por el accidente, el Laboratorio de Medicina Legal había determinado que ello no fue así, por lo que el caso seguía abierto...
Diario ABC, 6 de agosto de 1935

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