DE HUELGA REVOLUCIONARIA A HUELGA DE BRAZOS CAIDOS


 

En Castelldefels, durante el inicio de la República, los diarios de la época recogen una vida bulliciosa en la playa de la ciudad, llena de regatas, clubs deportivos, balnearios...

Sin embargo, había otro Castelldefels para el que la vida no era tan maravillosa, como era la de la gente que vivía del campo o de su trabajo en la recien abierta fábrica de La Rocalla en el año 1929.

En ella, incluso se produjo alguna huelga, como una de brazos caídos por mujeres el 13 de julio de 1932, según recogía el diario 'ABC' en su edición del 14 de julio de 1932 (págs. 35 y 36, cuya imagen reproducimos abajo).


Según se recoge en "ABC", la razón de la huelga fue que tres aprendizas se negaban a cotizar para el sindicato, lo cual motivó las quejas de todas las personas que trabajaban en la Rocalla. Los propietarios no vieron en ello problema, dada la libertad de los trabajadores/as para decidir si cotizaban o no, pero el resto de los operarios y operarias sí vieron en ello un obstáculo para continuar normalmente con su faena diaria, negándose a trabajar ese día. 

Se entabló entonces una negociación infructuosa cuyo resultado fue que la gerencia amenazó por escrito con despedir a todos los trabajadores y trabajadoras que se negaran a trabajar. La cosa siguió igual hasta la tarde/noche, cuando llegaron las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado (justo a la hora en que los operarios y operarias acababan su jornada laboral), y que fue cuando los trabajadores y las trabajadoras depusieron su actitud (lógicamente, al ver el arsenal militar que se plantaba ante ellos), deteniendo las fuerzas de asalto a tres trabajadores que estaban por las proximidades de la fábrica difundiendo propaganda extremista y a siete más dentro de la fábrica que se habían significado mucho en los hechos que habían pasado ese día. El gerente declaró al final de todo que la empresa no pensaba despedir a las tres trabajadoras.

Pese a eso, según declara el Gobernador civil a continuación, a última hora los propietarios habían despedido a las tres operarias que no querían pagar al sindicato, por lo que se les aplicaría una multa. Y añadió que finalmente sólo se habían efectuado tres detenciones, que supongo que son las personas que distribuían la propaganda extremista.

La noticia se recogió -con imágenes- también en otros dos importantes medios de la época, como son la revista ilustrada "Mundo Gráfico" en el mes de junio de 1932, donde se le da toda una página llena de fotos, bajo el titular 'En Castelldefels (Barcelona) se declara una huelga que se creyó revolucionaria y resultó, únicamente, de brazos caidos' y en el diario 'La Vanguardia' del Sábado 16 de julio de 1932, en el que se señala la existencia de un conflicto obrero en nuestra ciudad.

Las ilustraciones nos muestran numerosos guardias de asalto y guardias civiles, fuertemente armados, con ametralladoras justo frente a la puerta de la fábrica. También, en una imagen más triste, se ve a las trabajadoras saliendo con la cabeza baja de un taller, entre un fuerte dispositivo policial.








En medio de las mujeres, en los diarios, se señalaba a una mujer de negro como 'la que más se significó en la organización de la huelga, que no tuvo el grave carácter que se le atribuyó al principio'.

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